Aunque el tiempo no acompaña nada y no nos da una tregua ni a la de tres, y mira que acosamos a Mario Picazo por Twitter pero nada chica, a este paso sin que nos de un solo rayo de sol vamos a terminar peor que los vampiros de la saga Crepúsculo, ¿os imagináis? ¡que horror!
Tras una conversación en Instagram con una amiga, discutíamos sobre el uso o no de una faja sobre su cuerpo, yo decía que para nada y ella que quizás se la hubiese comprado, la cosa es que estaba espectacular con aquella falda, pero bueno al final creo que la convencí de que no tenía que comprarla, aunque le prometí que esta Rubia hablaría de los usos o no de las fajas en el blog mañana mismo, y aquí estoy, así que allá vamos, pongamonos serios.
Todas soñamos con un cuerpo escultural sin "flotadores" ni flacidez, ¿hasta aquí todas de acuerdo no?
La popularidad de las fajas ha crecido hasta el punto que ya casi nadie toma precaución a la hora de enfundarse en una, sin embargo, hay muchos factores importante que debemos conocer antes de su uso.
También es cierto que las fajas moldean la figura pero contrario a lo que se cree, el uso indiscriminado y habitual puede generar problemas en el organismo. La faja, impide que el tejido muscular y de la piel trabaje durante el día, en ese juego de contracción y relajación que se produce cuando te mueves o debes sostener una postura. Asimismo, no permite oponerse a la fuerza de gravedad. Como la función que hace al músculo, si le quitas su trabajo diario, tenderá a reducir su capacidad, perdiendo fuerza y tono, por tanto, lo mejor es evitar el uso de fajas. (Palabrita de la Rubia)
Yo esto de las fajas no lo veo, son las medias estas que reducen y no hay quien se las ponga y lo mal que lo pasas cuando vas al baño jajaja un besote nos vemos pronto;)
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yo tampoco cariño!!! ahora mismo me voy a tu blog a ver tu finde en la sierra!!!!!
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