Apagando la luz de este rincón encabezado por una Rubia

"Este adiós no maquilla un hasta luego, este nunca no esconde un ojalá, esta ceniza no juega con fuego, esta ciega no mira para atrás"

Chicos, chicas, hoy os voy a pedir algo, imaginad que nos vamos de vacaciones, a unas vacaciones por bastante tiempo, iremos apagando cada rincón de este blog, un blog que nació de una ilusión, la ilusión de una Rubia que siempre soñaba con tener un blog a lo SJP, un blog para escribir todo aquello que le gusta, su día a día, lo que le acontece en la vida, sus preocupaciones....han sido 7 meses, 7 meses en la mejor compañía, la vuestra, la de todos aquellos que por alguna razón habéis decidido leerme, bien por amistad, porque os gustaba lo que escribía o simplemente por curiosidad de saber que es lo que se "cocía" en esta cocina, una cocina llena de ilusiones.

Estas son mis últimas palabras para vosotros y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano. No estoy pasando por un buen momento, he caído mil veces pero esta vez se cayeron mis alas y yo no me rendí, así que ven aquí, brindemos que hoy es siempre todavía, que nunca me gustaron las despedidas.

Que difícil resulta entender a las personas ¿verdad?, saber que les pasa por dentro y porque llegan a hacer ciertas cosas. Muchos seréis los que os estaréis preguntando ¿Por qué dice adiós?, ¿Por qué se marcha así sin más?, ¿Qué le pasa a esta chica? Lo tiene todo, se la ve tan feliz... Puede que detrás de una sonrisa, y de una pose de alegría haya una tormenta, y tu no tengas ni idea, igualmente detrás de la cara mas seria puede haber, un brillo de amor y tampoco te das cuenta, quizás debemos aprender a mirar detrás de la mascara que a veces las personas nos ponemos, pero es difícil.

Yo cuando estoy con el animo cambiante, siento algo como una tristeza suave, una mezcla de melancolía y añoranza, que a veces te sienta hasta bien, pero a veces te quita toda la dulzura sin más. La tristeza te tiene todo el día a la deriva, a ratos estas bien, a ratos mal...y sientes que no puedes hacer nada para parar eso. Llega un momento en que esta tristeza va a más y ya no hay disimulo, la tristeza esta a la vista de todos pero queda un gesto de ánimo para pedir ayuda, ayuda a tus amigos, los amigos no siempre tienen que estar a tu lado, los que te rodean pueden entender o no porque actúas de una manera determinada, pero si alguno de ellos respeta tus decisiones y se mantiene a tu lado, entonces es cuando te das cuenta que ahí, precisamente ahí si que tienes un verdadero amigo. Lo bueno de los amigos es que cualquier edad es buena para tenerlos, y no importa la edad que ellos tengan, es más siempre pensé que de todos tenemos algo que aprender, de los mayores la experiencia de los años vividos y de los pequeños la ingenuidad. Pero llega un momento en que toda esta tristeza se convierte en amargura, en un impulso autodestructivo, en una rendición. Ya no hay consuelo, solo vale el refugio de la soledad, nos sentimos tan mal que no queremos torturar a ninguno.

Alguien me solía decir que, por muy mal que te sientas, no te puedes acostar nunca sin haberle arrancado al día una sonrisa, sino ese día se convertirá en un día perdido, y la vida no esta para perder días, sino para vivirlos intensamente y sacarle su máximo jugo, supongo que no es mal consejo, pero a veces están muy caras las sonrisas...el único consuelo es saber que todo lo malo es siempre pasajero. Es como eso de "vivir el presente", sinceramente pienso que no es un buen consejo, al menos no para todo el mundo, a algunos les gustaría desaparecer y a otros les gustaría seguir viviendo en el pasado....

Nos sorprendemos de sentir dolor justo cuando nos creíamos inmunes a él, justo cuando has pasado por cosas terroríficas y piensas que ya no existe nada peor que te pueda pasar, porque creemos ser felices y nos empeñamos en mostrarnos así al mundo, o nos equivocamos haciendo daño a las personas que mas queremos y que más nos ayudan en el día a día y todo por evitar un dolor a alguien a quien en realidad no conocemos.
Cuando hemos probado el placer, la felicidad, el volver a sonreír, el dar de lado a la soledad, lo preferimos al sufrimiento y siempre hacemos lo posible por volver a sentirlo, aunque no nos dejen, aunque pensemos que nadie quiere compartirlo con nosotros. Buscamos desesperadamente el bienestar, cuando el dolor se vuelve inevitable, buscamos desesperadamente la compañía cuando la soledad se apodera de ti, se apodera tanto hasta que te obsesiona.

Llegados a este punto de "autoterapia" con vosotros, llego a la conclusión de que si es difícil entender a la gente, todos en el fondo somos un poquito "raros", podemos ser leales a nuestras ideas y de pronto un día caer en una debilidad, aunque supongo que lo más importante es tener confianza en nosotros mismos.

La confianza es lo mas importante, sobretodo la confianza en uno mismo, lo malo es que casi todos andamos mal de confianza en nosotros mismos, es como si esa parte se la hubieran repartido entre unos pocos elegidos. La confianza es también esa que nos hace preferir a unas personas por encima de otras y esas son las personas que nos pueden fallar. A veces, la confianza solo consiste en creer que vamos a conseguir lo que deseamos, y nos aferramos a ese sentimiento. Hay quien consigue las cosas después de mucho buscarlas, y no esta mal, porque estoy segura de que se disfruta mucho más el premio. La vida es muy rara, a veces te da mucho, a veces parece que te lo quita todo y a veces te reserva lo bueno para el final, dicen que la solución a casi todos nuestros problemas la tenemos al alcance de la mano, pero si nos falla la confianza, simplemente te ves en un laberinto sin salida.

Hay veces que una idea se nos mete en la cabeza, en mi caso la de ser un autentico fracaso, y por mucho que un gran amigo te ponga un mensaje vía Facebook diciéndote todo lo que tienes y todo lo que has conseguido por ti sola, no te puedes quitar esa idea de la cabeza, y se convierte en una obsesión. Yo reconozco estar obsesionada, muy obsesionada, con la soledad.

Pero al obsesionarnos también nos duelen otras partes del alma, como la inquietud y la preocupación por sentirnos descubiertos, o una autentica obcecación por alcanzar nuestras metas, que te quita el sueño cada noche y te oprime el pecho. Si todo tiene solución menos la muerte, debe existir algún tratamiento para la obsesión, algo que alivie la insatisfacción y el desasosiego que provoca.

Tan dañina puede ser la euforia como la depresión que nos bloquea, el caso es que siempre nos sentimos incomprendidos ante nuestras obsesiones, hasta que nos damos cuenta de que siempre hay alguien que está peor que tú, que tiene un verdadero problema, una enfermedad chunga, que su vida pende de un hilo, y es entonces cuando la vida te da una verdadera lección. 

Pensaréis después de leer todo esto que soy un autentico monstruo, pero pienso que todos llevamos un monstruo dentro, el dolor hace que salga fuera, pero con un poco de comprensión, con un poco de luz, puedes sentarte con ese monstruo y conocerle un poco mejor, y convencerle de que no está solo, como hace mi amigo conmigo, de que ahí fuera tengo todo un mundo lleno de vida, aunque ahora mismo no lo vea. Solo quiero que os quedéis con una cosa, que esta "monstrua" solo intenta saltar de un cuento que no le permite dormir a un cuento para soñar todos los días de su vida.

¿Recordaís el día que os dije en Instagram que igual la clave esta en aprovechar las cosas de la vida según llegan? Pues aunque me cueste verlo, se que es así, no dejéis nunca de pensarlo, teniendo siempre presente que a veces es duro superar el pasado, pero sabiendo también que la vida te suele dar mas de una oportunidad, aunque a veces creas que a ti, precisamente a ti....no te da ninguna.

Os voy a echar muchísimo de menos, el sentarme a compartir bobadas, mejor o peor escritas, pero os quiero y siempre estaré para cuando me necesitéis. 

¡¡¡Adiós mundo!!!

fdo.

       Lo que diga la Rubia!

Ps: Un último secreto, es precisamente esta canción y no me preguntéis, la que me gusta escuchar cuando me siento mal y me pierdo sola durante horas en el mirador de Aguilas, si un día no me encontráis ya sabéis donde estoy.